Todo comenzó en 2015, cuando Aitor Paul y David Villamiel —viticultor de raíces profundas en Méntrida— terminaron su formación en la Escuela Profesional de Viticultura y Enología de Madrid. Allí no solo adquirieron conocimientos, sino también una visión común: hacer el vino que ellos mismos querrían beber.
Sus primeras experiencias prácticas en Bodegas Valquejigoso y Comando G marcaron su sensibilidad hacia el trabajo bien hecho, el respeto por la viña y la expresión sincera del entorno.
Así nació A Pie de Tierra, un proyecto que camina al ritmo del viñedo, con la Garnacha como bandera y el granito como alma. Su filosofía es clara: respetar la identidad del paisaje y elaborar vinos que cuenten la verdad de su tierra, sin artificios ni atajos.
El Jorco es un proyecto conjunto entre el enólogo Raúl Pérez y César Ruiz, Flequi Berruti y Nacho Jiménez, del equipo de Alma Vinos Únicos y La Tintoreria. El proyecto surge en 2009 durante dos añadas probaron diferentes viñedos en las inmediaciones de Cebreros pero al no estar satisfechos con los resultados los vinos no salieron al mercado. Finalmente encuentran en el paraje del Jorco también en Cebreros, una viña plantada con garnacha en 1915 sobre suelos de granito. Acutualmente elaboran tres vinos; uno que proviene de diversos viñedos
repartidos por la región y dos vinos de parcela, el Jorco y las Enebradas.