Desde 1996, en Doniene Gorrondona trabajamos la tierra con una idea clara: devolverle a Bakio su lugar como cuna histórica del txakoli. Este vino, profundamente arraigado a los caseríos vascos, ha sido parte del paisaje y la vida de nuestra gente durante generaciones.
Todo comenzó con un estudio sobre el potencial vitivinícola del valle. Lo que en un inicio fue una investigación, se convirtió rápidamente en una pasión. La belleza natural del entorno y la fuerza silenciosa de sus viñedos nos inspiraron a actuar. Recuperamos viñas olvidadas, adquirimos el caserío Gorrondona y plantamos nuevas cepas. Así nació un proyecto de vida.
Itziar, Egoitz y Julen, fundadores y actuales propietarios, fuimos pioneros en transformar el perfil del txakoli en la D.O. Bizkaiko Txakolina, apostando por la calidad, el carácter y la autenticidad. Cada botella nuestra guarda el sabor de una tierra recuperada y el esfuerzo de una familia que cree en ella.