Bodega De La Riva es una joya enológica situada en el corazón de Jerez de la Frontera.
En el corazón de la región de Frontera, donde la historia del vino se entrelaza con la identidad del paisaje, nace De La Riva, una bodega con raíces que se remontan al siglo XIX. Testigo de generaciones, esta casa fue durante décadas símbolo del esplendor vinícola de Jerez.
Hoy, de la mano de Ramiro Ibáñez y Willy Pérez, dos enólogos profundamente enamorados del marco de Jerez, De La Riva renace. Con respeto absoluto por la herencia tradicional, pero sin miedo a aplicar una mirada renovadora, han logrado devolverle el prestigio a una bodega histórica.
Su filosofía se basa en rescatar viñedos antiguos, algunos olvidados, y en aplicar técnicas de elaboración tradicionales que conectan con el alma del vino jerezano. El resultado: vinos únicos que reflejan la profundidad del terroir y la fuerza del tiempo.
De La Riva es más que una bodega; es un acto de amor por Jerez, su historia y su futuro.
Durante siglos, los grandes vinos del mundo eran dulces. Tokaji, Sauternes, Madeira, Vin Santos… todos símbolos de prestigio, historia y territorio. En España, ese lugar lo ocupó un vino mítico: el Mountain Wine de Málaga, admirado por cortes y viajeros del Viejo Mundo.
A mediados de los años 90, decidimos mirar atrás y rescatar esa joya olvidada. Lo que encontramos fue mucho más que un vino: era una cultura entera al borde de la desaparición. Viñedos heroicos colgados de los barrancos de los Montes de Málaga, donde aún los hombres cosechaban a mano y las mujeres cuidaban con esmero los paseros, transformando las uvas Moscatel en auténticas obras de arte: las mejores pasas del mundo.
Desde entonces, llevamos más de dos décadas trabajando entre las laderas de Cómpeta, rindiendo homenaje a esta tradición. Vinos como MR, Old Mountain y Mountain Blanco no solo han revivido un estilo, sino que han devuelto vida a un paisaje, a una forma de trabajar y a un vino que nunca debió caer en el olvido.
Este es nuestro tributo al Mountain Wine. Un vino del pasado con alma de futuro.
La bodega cuenta con extensos viñedos ubicados en los más famosos pagos de
la Sierra de Montilla y Moriles (Córdoba), donde la cepa protagonista es la Pedro
Ximénez, una variedad oriunda del Rhin que hoy es la base de sus vinos dulces,
finos, olorosos y amontillados.
